Decorar para sentirse feliz
A veces nos preocupamos más por reflejar nuestros gustos, personalidad, moda, etc. y nos olvidamos que nuestro hogar también debe ser un espacio donde descansar, estar cómodos y poder ser feliz. La luz natural de la mañana o últimas horas de la tarde son las mejores, ya que favorece la reflexión y la tranquilidad. Abre las cortinas y deja entrar la luz natural del sol ya que mejora el ánimo y reduce el estrés. Si no alcanzas a tener esa luz natural crea en tu espacio una luz similar, optando por una iluminación tenue con luces de baja potencia. Usa colores neutros, ayudan a crear ambientes cálidos que generan tranquilidad además que estos colores no alteran las emociones.
Nuestra mente es un almacén de recuerdos y por consiguiente nuestro hogar deberá contar con esos detalles que hagan tu estadía placentera. Asegúrate de tener recuerdos positivos o cosas que asocies con algo feliz. Puedes agregar fotografías de momentos especiales, viajes, familiares, etc. Esto te ayudará a sentirte mejor y relajado. Dependiendo el lugar que hayas elegido puedes empezar a cambiar los muebles. Por ejemplo si en tu recámara sientes que tu colchón ya lleva contigo mucho tiempo, es hora de cambiarlos eligiendo uno cómodo, agrega unas sábanas de buena calidad, cambia tus almohadas por unas mejores.
El edredón deberá ser cómodo, invierte en tu cama ya que es el lugar donde puedes descansar ampliamente. Si en cambio tu lugar para relajarte es un espacio donde te sentaras en un sillón, procura que este sea cómodo y que se adapte a ti, en estos casos busca primero la calidad y comodidad y después en el estilo. Lo primordial es sentirse tranquilo y cómodo. Busca aromas que te brinden relajación, equilibrio al cuerpo y mente. Ya sea con flores, aceites, especias, velas o aromas frutales, ya es solo cuestión de buscar cual es tu favorito. Lo más importante es tratar de dejar los problemas fuera de casa y disfrutar de tu familia.